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El texto que se reproduce a continuación se escribió en el 2005. Y por ello, aunque el tema ha recobrado nueva actualidad por el informe negativo que el Ministerio de Agricultura ha emitido sobre la refinería de Tierra de Barros, las referencias a personas y circunstancias concretas se refieren a textos o declaraciones de su autoría hechas públicas en tales fechas ; si bien, el fondo del texto considero tiene plena vigencia, y aunque han transcurrido seis o siete años, sigo pensando lo que entonces escribí: Extremadura y su imagen social no necesita una industria, contaminante e insostenible, de transformación de crudo.

Pues sí. Al parecer algunos nos quieren tomar por indios como los que Claude Lévi-Strauss estudió en el Mato Groso y la selva brasileña. Lo que ocurre es que nosotros estamos en Europa, aunque sea la Europa Meridional...Y no en un país exótico del Tercer Mundo...Aunque es de suponer que alguna razón? tendrán cuando tan fervientemente quieren convencernos de que Tierra de Barros es el lugar apropiado para instalar una infraestructura industrial ajena por completo a los modos de producción, a los sistemas económicos, tradicionales y modernos, y en definitiva a las formas de vida de los extremeños. ¿Qué tiene que ver una refinería de crudo con la identidad ecológica, económica, social y cultural de Extremadura y los extremeños...?
             
Hombre, para este viaje no se necesitan alforjas...Déjense de bromas...Que Luciano Fernández Gómez, Francisco Muñoz o Artemio Baigorri defiendan la refinería es, cuanto menos, comprensible...Se supone que es lo que deben hacer...Los tres son socialistas o desde luego yo  los sitúo en su órbita de influencia...Lo que es, naturalmente,  legítimo; pero una actitud lógica desde la posición que en distinto grado representan no tiene porque ser “palabra de Dios...”; pueden hacerse otras lecturas y existen puntos de vista tan válidos como los que ellos propugnan, aunque confronten con su discurso . 

La verdad absoluta no existe, todos tenemos parte de razón...Ahora bien, aunque es comprensible la evolución ideológica junto al cambio biológico o cronológico, que de distinta manera todos experimentamos en el transcurrir de la vida, querer hacer ver que estar a favor de la refinería es defender los valores de la izquierda me parece algo, cuanto menos, ridículo, a más de sospechoso...  En una sociedad libre, plural y democrática todas las opiniones fundadas son respetables... 

Seguir tildando a los que están contra la refinería de individuos que les hacen el juego a determinados miembros de las “oligarquías locales”, o a señalados agricultores de las poblaciones del área de influencia donde se piensa instalar la refinería de Tierra de barros,  acusarlos, en fin, de defender la idea de una Extremadura reserva  natural, o lo que es peor,  de ir contra el progreso y a favor de la no industrialización de la región es, llanamente, faltar a la verdad. Yo estoy en contra de la refinería y no por eso renuncio al desarrollo, progreso y la industrialización de mi tierra. Y como cualquier otro extremeño con sentido común deseo fervientemente que ningún extremeño esté sin trabajo... Es decir, el no a la refinería en absoluto implica no a la industrialización, todo lo contrario...  

Como no soy ecólogo desconozco el impacto que causará la refinería sobre el medio ambiente, como no soy economista desconozco los posibles efectos negativos  que acaso pueda producir la refinería en los recursos y la economía de la zona, como tampoco ejerzo de médico tampoco puedo escribir con propiedad sobre unos hipotéticos daños en la salud de la gente que vive en el entorno; como nunca he sido agricultor carezco de información sobre si la refinería afectaría negativamente a los cultivos de la zona y especialmente al olivar y la viticultura...


Ahora bien, estoy convencido que una instalación industrial de este tipo contaminará, cuanto menos, olfativa y visualmente. ¿Cuáles son los aires predominantes en la zona? ¿Hacia dónde van...? ¿Si, por ejemplo, predominan los  del suroeste probablemente afectarán a la zona de Los Santos...? Estoy convencido de que la instalación de una refinería de crudo, una industria petroquímica, en Tierra de Barros afectará negativamente en algo intangible: la imagen social que en las últimas décadas hemos construido sobre Extremadura, el conjunto de la sociedad extremeña, en el resto del Estado español. La Extremadura donde se privilegia, desde la administración de la Comunidad Autónoma en particular, el desarrollo sostenible, el desarrollo endógeno de los recursos rurales, la imagen de una sociedad con importantes valores naturales, patrimoniales, turísticos, culturales en suma, se verá, eso creo sinceramente, sustancialmente contaminada en una categoría, que aunque intangible y a simple vista no cuantificable, hemos contribuido a construir la sociedad extremeña en su conjunto. 


¿Se van a ver berneficiados los caldos de Tierra de Barros con la pretendida instalación de la refinería? Es probable que la refinería, y ya nos lo dirán los informes técnicos independientes, no afecte a su calidad?; pero, ¿podremos decir lo mismo en cuanto a la imagen que nuestros caldos tendrán en el mercado global?... A lo mejor a partir de ahora la etiqueta de los vinos embotellados deberán reproducir, junto a los ecológicos y laboriosos campos de vides, las humeantes, fogosas y contaminantes chimeneas refineras... Si la refinería es tan beneficiosa para la economía de la zona, como postulan sus adeptos y defensores, sugiero a los bodegueros reproduzcan su logos en las etiquetas de sus botellas...

¿No tendrá que ver todo esto de la refinería con  los cuantiosos impuestos que una industria de este tipo debe abonar a la administración para “tranquilizar” la sensibilidad ecológica de las empresas propietarias...? Montada una refinería, ¿cuánto vale en el mercado mundial? ¿Se multiplica su precio nada más comenzar a producir...? ¿Puede interesarle a las multinacionales del sector...?. En el caso supuesto de que la propiedad cambiara de manos, en el devenir del tiempo, ¿quiénes se beneficiarían...? ¿los extremeños, nuestra sociedad en su conjunto...? Parece que lo difícil, según algunos expertos, es obtener los permisos políticos y administrativos (locales, de Comunidades Autónomas y del Estado). 

En el caso que nos ocupa...miel sobre hojuelas. ¡Es por Extremadura...¡ ¡El tercer mundo en el primer mundo...!

Javier Marcos Arévalo

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