Bajo el lema "¿Preparados para la batalla?" Arroyomolinos oferta del 27 de octubre al 4 de noviembre una interesante gama de actividades para conmemorar el 201 Aniversario de La Sorpresa de Arroyomolinos.
Recreaciones históricas, escaramuzas, desfiles, teatro, rutas, talleres, conferencias, comidas populares y mucho más, invitan a acercarse a esta localidad en esos días.
HISTORIA
En 1811, El Ejército de Wellington luchaba en unión de sus aliados españoles, contra el Ejército de Napoleón en España.
El día 27 de octubre la 5º División británica mandada por el General Hill, se hallaba en Alcuéscar, y los franceses en Arroyomolinos, en la División británica iba encuadrado el regimiento número 34 llamado “The Border Regiment”.
El General Girard ignorante de la persecución de la que era objeto, había desalojado Torremocha, llegando por Albalá a Arroyomolinos, donde se detuvo, una vez estando localizados en el pueblo, los aliados se repartieron las misiones y prepararon el ataque para el día siguiente.
Se montó un vivac en las afueras del pueblo, junto a un camino al norte del mismo, y para evitar indiscreciones, un cordón de soldados y voluntarios rodeó el lugar con la consigna terminante de prohibir la salida tanto a paisanos como a militares.
La noche fue espantosa, pero en el vivac las órdenes no podían ser mas precisas” prohibidos los toques de cornetas y tambores, prohibido hablar, prohibido hacer fuegos”, con lo cual los soldados ateridos de frío y calados hasta los huesos, tuvieron que contentarse con el poco calor que pudieran comunicarse unos a otros, apiñados en pequeños grupos, resguardándose como podían del viento y de las lluvias con sus capotes y mantas.
Aproximadamente a las dos de la madrugada se pasó en voz baja la orden de “formar armas” a los batallones y todas las tropas empezaron a moverse en silencio. Venía en la partida de Morillo el Subteniente Don Diego Hernández Pacheco natural de Alcuéscar encargado de la formación de un grupo de guías del país a fin de conducir las tropas hasta Arroyomolinos.
Hill con la ayuda de éstos combinó las direcciones del ataque de tal forma que no se le escapase la codiciada presa, Pacheco iba reconociendo el campo y guiando a las columnas del ejército y mandando que los jinetes entrapajaran las partes metálicas del arnés y las vainas de los sables para apagar los ruidos.
A las siete de la mañana se hallaban todas las columnas en la depresión del río Aljucén, sin haber sido descubiertos por los franceses, los jefes aliados arengaron a sus tropas y mandaron desplegar sus banderas.
Girard ajeno al golpe estaba preocupado por alcanzar el grueso de su ejercito y a las cuatro de la mañana despachó a Remond con una brigada por el camino de Medellín poniendo a salvo sin saberlo a la vanguardia francesa.
Girard se hallaba en la casa del alcalde de Arroyomolinos haciendo preparativos para marchar cuando oyó los primeros tiros disparados contra la caballería española que tuvo el honor de iniciar la acción, pero sin darse cuenta de lo que le venía encima ordenó apresurar la salida de sus tropas decisión muy desafortunada recibiendo los primeros embates de los aliados, mientras la infantería francesa se encontraba en las calles del pueblo esperando viéronse atacados por tres lados distintos, Girard vio aparecer a dos soldados enemigos a galope por las calles y en un instante se encontró rodeado y tuvo que abrirse paso sable en mano, consiguiendo reunirse con parte de su infantería.
La caballería francesa no pudo dar la voz de alarma debido al viento y a la niebla que aprovecharon los aliados para apresarlos por las callejuelas del pueblo, los franceses caían a centenares pero se defendían como bravos.
Fuente y Seguir Leyendo: La batalla de La Sorpresa de Arroyomolinos.
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