La oralidad, como señala Dolores Abascal, constituye una capacidad comunicativa que configura modos de percibir, de pensar y, por supuesto, de expresar el mundo. Estamos, sin duda, ante un concepto problemático porque el término se usa con sentidos distintos en disciplinas distintas, y así, aunque tiene el significado de todo lo que es hablado, también presenta, en la distinción con la tradición escrita, otro significado que es puramente residual: todo lo que una cultura escrita deja atrás, todo lo que se comunica, sea o no verbalmente, en tanto no está escrito.
Se trata, en cualquier caso, de un constructo fuertemente vinculado a todas las dimensiones de lo humano, tanto a procesos cognitivos, individuales, como a procesos físicos y sociales, por lo que se presenta como un concepto poliédrico, de múltiples caras y también de múltiples aristas, difícil de definir y falto de estudios que ayuden a comprenderlo.
El interés por las múltiples facetas de la oralidad que comparten algunos grupos de investigadores de España y América ha dado lugar recientemente a la creación de la Red Iberoamericana de Estudios sobre la Oralidad, que ha identificado, en principio, cuatro ámbitos o dimensiones principales para avanzar en estos estudios –a) la antropológica y sociocultural, b) la literaria, c) la retórica, lingüística y discursiva y, d) la educativa– y que celebró su primer encuentro en 2011 en Bogotá (Colombia).
Afrontamos ahora un nuevo encuentro con la intención de seguir avanzando en la investigación de todo lo relacionado con lo oral y de convocar para ello a todas las personas interesadas a fin de tener ocasión durante unos días de compartir conocimientos, experiencias y proyectos.
Para este II Congreso se ha elegido como tema monográfico “Oralidad y educación” atendiendo al hecho cierto de que tradicionalmente tanto la lengua oral como todo lo relacionado con la oralidad han ocupado lugares secundarios –cuando no han estado ausentes– en la educación escolar, quizás porque hablar de lo oral y de su didáctica no es nada fácil y porque estos contenidos han ocupado hasta ahora un lugar secundario en la formación del profesorado. La perspectiva educativa quizás sea, por integradora, la más compleja de las posibles en el abordaje de la oralidad. Esta no puede entenderse solamente como destreza lingüística más o menos enseñable y aprendible, debe integrar el rico tejido de elementos que la conforman en una visión holística y crítica, sin duda difícil de construir, que actualmente no tiene suficiente cabida en la escuela, y cuyo logro constituye un reto apasionante que compartimos las personas e instituciones presentes en este encuentro.
La presencia de lo oral en la educación escolar debe orientarse a proporcionar al alumnado una formación plena que conjugue el desarrollo de la identidad y la autonomía personales con el de los aspectos sociales y culturales, una formación humanista que, partiendo del conocimiento del entorno inmediato, se proyecte hacia los valores éticos y estéticos que han de asumir los ciudadanos de las sociedades multiculturales contemporáneas. Una de las claves para avanzar radica en el compromiso del profesorado por una práctica investigadora y transformadora y por ella apostamos decididamente desde el convencimiento de que esta es la pieza clave para conseguir los objetivos propuestos.
II Congreso Iberoamericano de Estudios sobre Oralidad y V Encuentro Latinoamericano de Identidades: “ORALIDAD Y EDUCACIÓN”.
Granada (España).
9, 10 y 11 de octubre de 2013
Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Granada
Fuente y Más Información:
0 comentarios:
Publicar un comentario