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Es un Empalao, que se dispone a realizar su vía crucis motivado por una promesa o "manda" hecha ante Dios. El empalao camina descalzo, sobre sus hombros lleva un timón de arado sujeto por una soga de esparto que le envuelve torso y brazos desnudos. Lleva además una enagua blanca que le cubre de cintura para abajo, de la mitad de sus brazos penden un par de vilortas, con tres aros cada una, y una toga, símbolo del Crucificado. Cubre su rostro un velo blanco que sujeta con una corona de espinas, sobresaliendo por encima de la cabeza dos espadas cruzadas. En todo momento va acompañado por el Cirineo, que se oculta bajo una manta y le alumbra el paso con un farolillo.

La madrugada del Jueves al Viernes Santo, Valverde de la Vera se convierte en un vía crucis donde la penitencia y el dolor adquieren una solemne realidad.   
El silencio se apodera de las calles de Valverde de la Vera en la madrugada del Jueves al Viernes Santo. Un silencio que inunda el alma y te lleva hasta lo más profundo del significado de la Semana Santa. Según la Biblia, Jesucristo murió en la cruz por todos nosotros, e hizo un vía crucis (el camino hacia la cruz) lleno de dolor y sufrimiento. Por eso, en Valverde de la Vera, todos los penitentes que hacen una promesa religiosa, imitan el camino de Dios, en un vía crucis impactante, cargado de sufrimiento, respeto y devoción.

Un poco de historia sobre de Los Empalaos

El Vía Crucis de Los Empalaos es una procesión de Semana Santa que lleva celebrándose desde tiempos inmemoriales. La historia de este rito es muy compleja, llena de leyendas, y puntos inciertos. El origen religioso está claro. Sin embargo a lo largo de la historia también se ha especulado sobre si “empalarse” era una demostración del paso a la vida adulta en la época celta, o incluso se ha llegado a creer que en tiempos más antiguos se trataba de un ritual guerrero.

Hoy en día, es eso, una solemne procesión de la Semana Santa de esta localidad, en la que los penitentes, hacen una promesa o “manda” que cumplen al completar este duro recorrido que supone el vía crucis.


Cómo trascurre la madrugada de Los Empalaos

El penitente, por tradición siempre será un varón. De momento todos los empalaos han sido varones y no se contempla ninguna posibilidad de que una mujer lo sea. Ellos eligen esta penitencia por voluntad propia, para pedir perdón a Dios por algo, o para pedirle algo mediante la oración. Antes de echarse a la calle, el empalao se prepara en la casa familiar. Los miembros de su familia le ayudan a colocarse las vestimentas con sumo cuidado, ya que es un trabajo muy laborioso, que si no se realiza correctamente puede causar heridas al penitente.

Más Información: ValverdeVera.Com.

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