El orden del día de las agendas de los estudiosos de la alimentación está repleto de fenómenos que, formando parte de procesos históricos más amplios, deben ser tratados desde el conocimiento de las diferencias culturales, de las diversas formas de desigualdad social y de las implicaciones sociales, económicas y políticas que la comida tiene para la salud humana, el entorno y las sociedades.
La producción, distribución y consumo de alimentos implica numerosos ámbitos y agentes en cualquier lugar y nos llevan desde las actividades agrícolas hasta el procesamiento de los alimentos, desde el restaurante o el comedor escolar al hogar, desde el individuo al grupo social; intervienen, a su vez, en el proceso de salud/enfermedad/atención.
A pesar de la abundancia aparente, el sistema de producción alimentaria actual no asegura las necesidades básicas entre las personas, ni el reparto equitativo de los alimentos, ni la capacidad regenerativa de los recursos utilizados ni tampoco la preservación de la diversidad biocultural. Tampoco favorece la confianza en los alimentos producidos, ni el deseo tan humano como legítimo de querer preservar y mejorar la calidad de vida.
Publicacions URV (Antropología médica, 7), 516 pp, Tarragona (2012)
ISBN 978-84-695-6294-9
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